Por economía de la cultura se entienden las acciones para el impulso y la sostenibilidad económica de la cultura, reflejando un entendimiento por el retorno e impacto económico y social que generan las actividades, prácticas o creencias asociadas a la cultura. La pandemia por la COVID-19 tuvo severos y múltiples impactos negativos en la economía del sector cultural y los recortes al presupuesto público. Ello redundó, de manera preocupante, en la precarización laboral de los agentes culturales, a la vez que algunos programas y actividades culturales se vieron gravemente afectados.
Gracias a IPC se confirmaron algunos de los más importantes retos en materia de sostenibilidad económica de los sectores culturales de Jalisco, y al mismo tiempo se hizo evidente la necesidad imperante de asegurar: a) presupuestos justos para la cultura; b) mejores condiciones laborales y seguridad social para los creadores, gestores y grupos culturales; c) adecuado conocimiento del sector y sus integrantes mediante sistemas de información e inteligencia de datos; d) una mayor participación de la iniciativa privada y la sociedad civil para el fortalecimiento de los mercados creativos y la creación de nuevas oportunidades laborales y de emprendimiento social; e) mayor flexibilización fiscal y estímulos que fomenten la inversión en cultura.
Los objetivos y recomendaciones que se describen a continuación buscan encontrar soluciones para los problemas económicos del sector a través de acciones concretas y una mejor aplicación de la legislación vigente.