Nuestro recorrido general se enmarca en 5 pasos principales: comprender, comprometerse, explorar problemas y oportunidades, validar y priorizar y recomendar políticas. Estas etapas eran bastante flexibles y con frecuencia había superposición entre ellas. Algunas actividades incluso continuaron a lo largo de todas las etapas, como las entrevistas individuales.
Si bien algunas líneas eran borrosas y algunas actividades fueron continuas a lo largo del proceso, el tener una ruta general compartida que mantenía a todos en el camino fue de gran ayuda. A pesar de que los pasos principales a veces parecían demasiado simples, la ruta ayudó a mantenernos a todos en la misma página y demostró ser una herramienta esencial de sentido común cuando las cosas se volvían demasiado complejas.
– No se trata de solo cortar y pegar modelos de proceso; piensa de forma crítica y adapta los pasos y actividades que le ayuden a cumplir con sus objetivos.
– Las líneas rectas son engañosas pero sencillas. Las líneas onduladas comunican la realidad del proceso. ¡No tengas miedo de usar ambas!
– A veces ayuda pensar y comunicarse en términos de un “viaje” o recorrido en lugar de un “proceso”, pues un viaje se siente más orgánico y humano. Hace énfasis en un sentimiento de unión y exploración conjunta.
Codiseñador, Innovación para la Cultura