Los roles y las responsabilidades se definieron al principio del proyecto de Innovación para la Cultura, pero se fueron haciendo más fluidos a lo largo de su desarrollo. Esto a veces fue positivo y otras negativo. Por el lado positivo, nos permitió ser flexibles y adaptativos. En otros casos, dio lugar a cierta confusión y a una extensión del alcance. Las reuniones semanales de equipos nos ayudaron a mantenernos alineados en cuanto a quién estaba haciendo qué, pero aun así a veces nos topábamos con todas las complejidades del proyecto sin poder actuar rápidamente. Ser abiertos y comprensivos unos con otros fue crucial para que las cosas volvieran a su lugar y pudieran avanzar.
– Organiza a tus grupos de interés en “centrales” y “periféricos”. No todo el mundo necesita estar involucrado en cada decisión o reunión. Reúnete regularmente con un equipo central más pequeño.
– Los proyectos de participación fluyen constantemente y varios actores pueden tomar el liderazgo en diferentes etapas. Identifícalas y comunícalas repetidamente durante las transiciones.
Codiseñador, Innovación para la Cultura